Escuelas Agricolas

martes, 10 de agosto de 2010

Grupo de Trabajo Investigacion 4º año A

GRUPOS DE TRABAJO: “BOMBAS FITOSANITARIAS”
4º Año A


1. BOMBA DE ESPALDA Y MOTOR
a. J. Diaz
b. Saavedra
c. Molina

2. BOMBA DE PISTON
a. Lorca
b. Chavarria
c. Gonzalez

3. BOMBA DE RODILLO
a. Aliste
b. Escobar

4. BOMBA CENTRIFUGA
a. Carrrasco
b. Salas
c. Pezoa

5. BOMBA DE MEMBRANA O DIAFRAGMA
a. Aravena
b. Lopez
c. Garrido

6. BOMBA DE ENGRANAJE
a. Concha
b. Hernandez
c. Vergara

7. BOMBA DE PISTON - MEMBRANA
a. Nuñez
b. Pino
c. Troncoso

8. AGITADORES
a. Lueiza
b. Navarro

9. DIFUSORES/BOQUILLAS/ALMACENAGE/IMPLEMENTOS/TRIPLE LAVADO
a. Ramirez
b. Martinez
c. Ferrada



v FECHA DE ENTREGA: 26 de Agosto del 2011
v FECHA DE DISERTACIÓN: 02 de Septiembre del 2011
v ENTREGA DEL CUADRO: Al termino de cada disertación

lunes, 9 de agosto de 2010

EFICIENCIA DE UN EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL PARA APLICACIONES FITOSANITARIAS

EFICIENCIA DE UN EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL PARA
APLICACIONES FITOSANITARIAS EN HUERTOS FRUTALES

RESUMEN
La aplicación de agroquímicos en fruticultura presenta un alto grado de exposición, y para reducir el riesgo de contaminación el operario debe vestir ropa protectora. Los impermeables tradicionales de cuerpo entero resultan inapropiados para un uso prolongado porque resultan calurosos. Sin embargo, al existir partes del cuerpo con menor riesgo de contaminación, es posible la utilización de indumentaria con zonas de protección diferenciada. El objetivo del trabajo fue determinar, durante la pulverización en un huerto frutal, la eficiencia de una prenda de protección sectorizada. Al operario se le colocó una chaqueta impermeable, con ambos laterales del tronco y la parte interior de los brazos confeccionada con material permeable; las piernas se protegieron con un delantal impermeable. Se realizó una aplicación de natrium fluorescein a razón de 40 g ha-1 con una pulverizadora hidroneumática calibrada para 2700 L ha-1, con tres repeticiones de 25 min de exposición. La protección global fue del 87,7%. En las zonas confeccionadas con material permeable la protección alcanzó al 50% de la exposición presente en dichos sectores.
Una indumentaria de protección diferenciada brinda seguridad y confort a la operación y presenta una alta reducción de la exposición al plaguicida, principalmente en los sectores del cuerpo más expuestos durante la aplicación en el huerto frutal.
Palabras clave: pesticida, equipo de protección personal, exposición, aplicación de agroquímicos.
INTRODUCCION
En la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, Argentina, se utiliza gran cantidad de agroquímicos para el control de carpocapsa (Cydia pomonella L.), principal plaga regional. El tratamiento utilizado incluye alrededor de diez aplicaciones de alto volumen (>2000 L ha-1) con una dosis superior a los 2 kg ha-1 de productos órgano fosforados. De acuerdo con los informes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA, 1993), las repetidas exposiciones del operario a estos productos pueden causar síntomas de intoxicación, a pesar de su baja retención, debido a que resultan fácilmente absorbidos por la piel, los pulmones y el tracto digestivo.
La absorción de los plaguicidas a través de la piel varía en intensidad de acuerdo con la zona del cuerpo considerada; en este sentido Leiva (1997) indicó que en la cabeza (cuero cabelludo, frente y ojos) se absorbe el 40%, y en los brazos el 60% de la dosis que reciben, mientras que en el bajo vientre se absorbe el 100%.
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1982) define el porcentaje horario de dosis tóxica, indicador del riesgo de intoxicación con un plaguicida, como la relación entre la exposición dérmica total (mg h-1) y la dosis teórica letal del principio activo. Behmer et al. (1998) determinaron este índice en aplicaciones de agroquímicos en huerto frutal, y encontraron que el mismo alcanzaba al 2,69% para tratamientos con metil-azinfoz PM35; estos autores afirmaron que dicho valor resulta de un alto riesgo para la salud del operario, a pesar de la baja toxicidad del principio activo, por lo que toda medida de seguridad contribuiría a disminuir la exposición, principalmente en aquellas zonas del cuerpo de mayor incidencia.
Gilbert y Bell (1990) afirmaron que la indumentaria debe proveer cobertura a todas las partes del cuerpo con riesgo de exposición, las cuales involucran generalmente al cuerpo entero. Sin embargo, destacaron que además deben ser cómodas y permanecer confortables durante el tiempo que dure la operación, sin disminuir la habilidad del operario para realizar la tarea.
Airey (1990) indicó que los mamelucos de material impermeable ofrecen protección a todas las regiones del cuerpo, son livianos y permiten gran movilidad al operario, pero son muy calurosos para un uso prolongado. Por otro lado, mencionan que los conjuntos de chaqueta y pantalón impermeables resultan adecuados desde el punto de vista de la protección, y presentan la posibilidad de intercambio calórico en la separación entre la prenda superior y la inferior. Sin embargo son rechazados por los aplicadores por considerarlos calurosos cuando se los emplea durante un tiempo prolongado.
Hinz (1997) afirmó que los equipos de seguridad deben ser adecuados a la tarea para la cual serán empleados, evitando el exceso de protección para el operario, de manera tal que las prendas provistas no sean rechazadas por los usuarios. En este sentido, Gilbert y Bell (1990) indicaron que es posible el empleo de equipos de menor eficiencia de protección y permeables al aire, para brindarle mayor comodidad al operario cuando se utilizan productos de baja toxicidad en forma diluida. Sin embargo, Airey (1990) aseguró que los materiales permeables al aire impregnados con productos hidrófugos ofrecen protección provisoria frente a los agroquímicos, pero una vez que el producto penetra dicha barrera se transforma en una vía de contaminación.
Durante la aplicación de plaguicidas con mochilas en cultivos tutorados de tomate (Licopersicum sp. L.), Machado Neto (1990) halló que las zonas del cuerpo más afectadas fueron las piernas y los muslos, siendo los delantales impermeables la prenda más adecuada para su protección. Por otro lado, durante la aplicación en el huerto frutal y con pulverizadoras hidroneumáticas, Behmer et al. (1998) observaron un mayor aporte del producto en las áreas más expuestas del cuerpo del operario sentado en el puesto de manejo (brazos, antebrazos, hombros, frente de piernas y antepiernas). Ambos autores coincidieron en que la exposición al plaguicida es dependiente de las características propias de la operación utilizada para realizar la aplicación del plaguicida en el cultivo.
Machado Neto (1990) evaluó la eficiencia de protección de indumentarias que sólo protegían las zonas del cuerpo de mayor exposición, y determinó una eficiencia del 73% utilizando guardapolvos, y un 94% al utilizar delantales impermeables, indicando la conveniencia de emplear ropa protectora acorde con la técnica de aplicación empleada por el operario. No obstante, de acuerdo con Gilbert y Bell (1990), el equipo de protección para cara, manos y pies debe ser empleado en todas las tareas, particularmente cuando se manipulan productos concentrados.
El objetivo del presente trabajo fue evaluar, durante la pulverización en un huerto frutal, la eficiencia de una prenda de protección con algunos sectores impermeables.
MATERIALES Y MÉTODOS
Equipo de Protección Personal
Se evaluó una prenda de protección sectorizada, compuesta por una chaqueta impermeable, con ambos laterales del tronco y parte interna de los brazos desde la axila hasta el puño, de algodón. En la Figura 1 se presenta un esquema de la chaqueta, indicando con trazo grueso los sectores permeables. Un delantal impermeable, cubriendo el frente de las piernas, asegurado a las mismas por lazos atados por detrás cuando el operario se ubica sentado en su posición de trabajo. La superficie cubierta por el equipo de protección personal propuesto fue de 1,433 m2. El material impermeable utilizado fue un film acrílico de PVC.

Condiciones climáticas
Se realizó la aplicación en horas de la tarde presentando una temperatura media del aire de 20,46ºC, una humedad relativa ambiente de 45% y en ausencia de viento.
Parcela de ensayo
Se consideró como parcela de ensayo al operario equipado con la ropa de protección durante la aplicación de un trazante fluorescente a una tasa de 2700 L ha-1, sobre un huerto frutal de manzanos (Malus sp. L.) var. Chañar 28, conducido en espaldera (marco de plantación 3 m entre plantas y 4 m entre calles).
Se utilizó una pulverizadora hidroneumática, cuyo caudal de aplicación fue de 73 L min-1, conducida a una velocidad de avance de 3,9 km h-1. La dosis aplicada fue de 40 g ha-1 de natrium fluorescein. El tratamiento incluyó el vaciado completo de los 1700 L de capacidad del depósito de la máquina en una superficie de 0,5 ha, alcanzando un tiempo de trabajo promedio de 25 min, considerado como tiempo de exposición. Se realizaron tres repeticiones.
Variable respuesta
Para cuantificar los depósitos se colocaron blancos de tela absorbente en el exterior de la prenda en los siguientes sectores: tórax; brazos; parte inferior de brazos; laterales del tronco; hombros; nuca; espalda; parte delantera y parte trasera de piernas (Figura 1).
Los depósitos que penetraron la prenda fueron capturados en un conjunto camisa-pantalón confeccionado de tela absorbente, analizándose los mismos sectores que en el exterior. Al finalizar cada repetición los blancos externos, el conjunto interno y las partes de material permeable de la prenda fueron retirados para la determinación del trazante depositado en las mismas en un fluorímetro (Behmer, 1998). La superficie de los blancos, internos y externos, fue determinada mediante un medidor óptico de superficies, marca LiCor modelo LI 3100.
De ello se pudo obtener el depósito presente en cada sección en términos de µg cm-2. La suma de los depósitos tanto del exterior como del interior de la prenda fueron considerados como la exposición total a la que estuvo sometido el operario, valor que se tomó como referencia para determinar las relaciones porcentuales definidas como eficiencia de protección y porcentaje de penetración. Estos resultados fueron analizados con el procedimiento GLM del software estadístico SAS.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Al pulverizar la totalidad del depósito de la máquina en el huerto, la exposición a la que estuvo sometido el operario fue de 21,08 mg, valor que representa al 0,08% del total de producto aplicado. La distribución de este depósito presenta diferencias significativas entre las zonas consideradas del cuerpo del operario. La zona que mayor cantidad de producto recibió fue la parte superior de las piernas, mientras que las regiones de menores depósitos de trazante fueron la zona interior de los brazos, desde la axila hasta la muñeca, y el flanco del cuerpo, desde la axila hasta la cintura (Cuadro 1). Esta distribución de la exposición al producto aplicado, es coincidente con la posición que adoptan estas zonas cuando el operario se encuentra sentado en el puesto de manejo del tractor, donde la parte interna de los brazos y los laterales del tronco del cuerpo se encuentran protegidos por los brazos flexionados tomando el volante. El resto de las zonas consideradas reciben significativamente mayor cantidad de producto, destacándose las piernas que, por su posición horizontal, reciben el producto en forma vertical. La relación encontrada entre la posición del operario y la exposición de las distintas zonas del cuerpo es coincidente con las apreciaciones de Machado Neto (1990) y Behmer et al. (1998), quienes indicaron que existe una estrecha dependencia entre la exposición al plaguicida y las características propias de la operación utilizada para aplicar el agroquímico.
Cuadro 1. Distribución de la exposición total del operario al producto aplicado.
Table 1. Total exposure distribution of the operator to the applied pesticide.
Zonas Depósito de trazante (mg cm-2)
Piernas 2,86 x 10-4 a
Brazos 2,05 x 10-4 ab
Hombros 2,04 x 10-4 ab
Nuca 1,85 x 10-4 ab
Tórax 1.40 x 10-4 ab
Laterales del cuerpo 0,30 x 10-4 b
Interior de los brazos 0,21 x 10-4 b
Letras iguales indica que no existen diferencias significativas entre las medias de acuerdo al test de Tukey ( =0,01).
El equipo de protección personal (EPP) evitó que el 87,8% del producto presente en el ambiente de trabajo alcanzara el cuerpo del operario. Esta eficiencia de protección guarda estrecha relación con los valores hallados por Machado Neto (1990) luego de equipar a los operarios con la ropa protectora en aquellas zonas del cuerpo más expuestas al producto (Cuadro 2).
Cuadro 2. Eficiencia de protección del equipo de protección personal.
Table 2. Protection efficiency of personal protection equipment.
mg cm-2 %
Total de exposición al producto 12,08 100
Producto en la prenda de protección 10,61 87,78
Producto en la prenda interior 1,47 12,22

Al analizar en particular las zonas de ingreso del producto, 12,2% de la exposición total, se observa que los sectores de material permeable del EPP fueron los de mayor penetración relativa, alcanzando al 42% en la parte interna de los brazos, y al 61% en los laterales del cuerpo .


Estos resultados permiten afirmar la conveniencia de utilizar prendas con materiales permeables en estas zonas ya que, por la posición adoptada por el operario, resultan de menor riesgo de contaminación con el plaguicida. No obstante, estos sectores deberían ser intercambiables asegurando su correcta limpieza y/o sustitución una vez que se encuentren muy contaminados, ya que la acumulación del producto en estos materiales se transformaría en una vía indirecta de contaminación de acuerdo con las apreciaciones de Airey (1990).
Con respecto a las zonas protegidas con el material impermeable, se observa una alta eficiencia de protección, presentando una penetración relativa del producto del orden del 10% (Figura 2), lo que indica la aptitud de estos conjuntos chaqueta-delantal para la protección del operario, coincidiendo con las afirmaciones de Airey (1990) respecto a la mayor aptitud de este tipo de indumentaria frente a los mamelucos de cuerpo entero. No obstante, de existir ciertas vías de penetración del producto, que posiblemente se encuentren en los límites de las prendas (cuello, puños y tobillos), deberán ser bloqueadas por capucha, guantes y botas, elementos que siempre deben estar presentes cuando se manipulan y aplican productos tóxicos, de acuerdo con Gilbert y Bell (1990).
CONCLUSIONES
La indumentaria de protección sectorizada presenta una alta eficiencia de protección, principalmente en las zonas del cuerpo de mayor exposición durante la aplicación en el huerto frutal.
En las zonas de menor exposición al plaguicida protegidas con materiales permeables al aire, la prenda diferenciada alcanza niveles medios de protección.
Los sectores con telas permeables al aire, de la prenda de protección diferenciada, deberán ser reemplazados o descontaminados periódicamente.

FUENTE: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0365-28072001000200012&script=sci_arttext

miércoles, 4 de agosto de 2010

Grupo de Trabajo de Investigacion 3º año A

GRUPOS DE TRABAJO:” IMPLEMENTOS DE LABRANZA”
3º Año A
1. ARADO DE VERTEDERA

a. López
b. N. Hernández
c. Aravena

2. ARADO SUBSOLADOR
a. Concha
b. Aliste
c. escobar

3. ARADO DE DISCO
a. E. Núñez
b. Pino
c. Troncoso

4. ARADO DE CINCEL
a. Pezoa
b. Navarro
c. R. Vergara

5. ARADO ROTATIVO O ROTOVATOR
a. Araya
b. Moya
c. E. Díaz

6. ARADO ACEQUIADOR/MELGADOR/REGUERADOR
a. Ferrada
b. Molina
c. Martínez

7. RASTRA OFF SET
a. Lorca
b. W. González
c. Chavarría

8. RASTRA TAN DEM
a. J. Díaz
b. Lueiza
c. Saavedra

9. RASTRA DE DIENTES/ DE CLAVOS/ VIBROCULTIVADOR
a. M. Ramírez
b. Daniel Díaz
c. Víctor Núñez
d. Álvarez



v FECHA DE ENTREGA: 24 de Agosto del 2010
v FECHA DE DISERTACION: 31 de Agosto del 2010
v ENTREGA DEL CUADRO: 31 de Agosto del 2010

martes, 3 de agosto de 2010

Maquinaria Aplicacion Fitosanitaria

MAQUINARIA PARA LA APLICACIÓN DE FITOSANITARIOS

1. Introducción
2. Métodos Generales De Aplicación De Fitosanitarios
3. Pulverizadores
3.1. El Pulverizador Hidráulico
3.2. Partes De Un Pulverizador
3.3. Atomizadores
3.4. Nebulizadores
3.5. Pulverización Centrífuga
3.6. Nebulización Térmica
4. Espolvoreadores
5. Bibliografía

1. INTRODUCCIÓN.

En la protección fitosanitaria de los cultivos es común el empleo de una gran diversidad de productos químicos. Pero para que el tratamiento contra las plagas, enfermedades y malezas tenga éxito se deben tener en cuenta los siguientes puntos:
· Elegir el producto adecuado. Se elegirá aquella materia activa eficaz contra el parásito, pero teniendo en cuenta su peligrosidad para la salud y el ambiente, incluidos los efectos secundarios contra la fauna auxiliar.
· Utilizar la dosis apropiada para conseguir los resultados esperados y la aplicación sea lo más homogénea posible.
· Elección de la maquinaria adecuada, de acuerdo con el producto a emplear y el patógeno a combatir. El manejo y regulación de estas máquinas debe realizarse por personal cualificado.
· El momento de aplicación está muy relacionado con el ciclo del agente causante y del cultivo.
· Las condiciones ambientales deben ser lo más favorables para el tipo de producto a emplear. Se debe reducir al mínimo los desplazamientos por deriva (viento), por lo que es aconsejable tratar en ausencia de viento. Evitar las altas temperaturas y así la evaporación del producto.
· Debemos reducir el número de impactos o de gotas que inciden sobre las plantas. Con ello se consigue evitar problemas de fitotoxicidad y que el líquido caiga al suelo, reduciendo los problemas de tipo medio ambiental (alteración de la capa superficial del suelo, erosión, infiltración en el suelo y contaminación de acuíferos).

2. MÉTODOS GENERALES DE APLICACIÓN DE FITOSANITARIOS

Los métodos de aplicación de fitosanitarios dependen del medio que sustenta (vehículo) el producto fitosanitario, sólido, líquido o gaseoso. Destacan los líquidos por su fácil manipulación, aplicación y dosificación en campo. Así tenemos los siguientes métodos de aplicación:
Espolvoreo. Distribución de un plaguicida en forma de polvo utilizando una corriente de aire. Esta corriente a su paso por el depósito arrastra parte del producto y lo distribuye en la planta.
Pulverización. Distribución de plaguicidas en forma de líquido, depositándose en los vegetales en forma de pequeñas gotas.
Fumigación. Aplicación en forma de gas. Este tipo de tratamientos suelen estar reservados a personal especializado.
Cebos. Consiste en colocar determinados preparados para atraer o repeler parásitos, roedores, etc.
Aplicación de determinados productos junto al agua de riego.
Incorporación al suelo de determinados fitosanitarios en forma sólida o granulada.

3. PULVERIZADORES

Son máquinas formadas por un depósito con agitadores que mantienen en íntima unión el producto y el agua y por una bomba que obliga al agua a salir a través de las boquillas, fragmentándola en gotas de un diámetro del orden de 150 micras y dispersándolas sobre el terreno o plantas. El gasto oscila en estos tratamientos de 500 a 1300 litros por hectárea, dependiendo del producto, densidad de la plantación, etc.
La pulverización se puede clasificar según su origen en:3.1. El pulverizador hidráulico
La pulverización se realiza por presión del líquido impulsado por la bomba. El peso del líquido a presión a través de la boquilla de pulverización produce gotas de diámetros diferentes, según la presión de trabajo y el tipo de boquilla que se utilice. Se ajustan a todo tipo de tratamientos y son los más empleados. El tamaño de gota oscila entre 250 y 1000 micras, como queda reflejado en la tabla siguiente:
3.2. Partes de un pulverizador

3.2.1. Bombas.
La bomba se puede considerar como el corazón de la máquina, es la encargada de absorber el caldo del depósito y lanzarlo hacia las boquillas a una presión determinada. En el mercado se pueden encontrar diversos tipos de bombas: de pistón, de pistón-membrana, de membrana, de rodillo y de engranaje.
Las bombas de rodillo y engranajes no se deben utilizar en pulverizadores hidráulicos, ya que al tener un gran desgaste no garantiza el caudal de impulsión al aumentar la presión. Hay un factor muy importante ligado a las tres primeras bombas, que es el calderín de la compensación de impulsiones que amortigua la depresión que se produce en el circuito hidráulico.

3.2.2. Depósitos.
Se pueden encontrar distintos tipos de depósitos:
Metálicos. Sufren problemas de corrosión.
Polipropileno. Son los más empleados ya que no se degradan ni dejan residuos en las paredes.
Fibra de vidrio + resina. Dejan residuos en las paredes.

3.2.3. Agitadores.
Elemento fundamental para conseguir buena homogeneidad del líquido. Existen distintos tipos de agitadores:
Hidráulicos. Son los más frecuentes, a veces se acopla una boquilla inyectora que efectúa el efecto venturi y mejora la agitación. Sólo se recomienda en depósitos inferiores a 800 litros.
Mecánicos. Se accionan por el mismo sistema que acciona la bomba, están compuestos por un eje dotado de paletas que se encargan de homogeneizar la mezcla. Se emplean en depósitos superiores a 800 litros.
Mecánicos-Hidráulicos. Son los que presentan las ventajas de los dos anteriores, se suelen utilizar en depósitos arrastrados o de gran capacidad.

3.2.4. Filtros.
Son elementos imprescindibles en cualquier sistema de pulverización. Su función es la de captar y eliminar todas las partículas sólidas que pueda llevar el caldo de tratamiento que tengan mayor diámetro que el orificio de salida de las boquillas.Si los filtros no son eficaces, se producirán obstrucciones totales o parciales en las boquillas, originando un reparto irregular del producto sobre el terreno. Todo equipo de pulverización debe llevar filtro como mínimo en tres sitios: en la boca de entrada del depósito, en la aspiración de la bomba y en la impulsión de la bomba. Los filtros generalmente están compuestos de una malla de tejido metálico con orificios de menor tamaño que el de la boquilla que se esté utilizando en ese momento.

3.2.5. Reguladores de presión.
Es una llave de retorno que deja pasar el líquido al depósito en función de la presión que tenga el circuito, es regulable para aumentar o disminuir la presión.

3.2.6. Manómetros.
Se encuentra situado en la tubería de impulsión de la bomba y tiene por misión indicar en todo momento la presión del líquido en ese punto. De su buen funcionamiento depende la correcta dosificación de la máquina. Una presión errónea conlleva un tamaño de gota diferente al deseado y una dosis de producto diferente a la calculada, que si es baja puede hacer ineficaz el tratamiento, y si es alta producir daños e incluso la muerte del cultivo.La comprobación de los manómetros es necesario realizarla frecuentemente, siendo el error máximo inferior al 0,6%. Cada 1/4 kg/cm2 de error en la presión la dosis por hectárea varía de un 5 a un 6%.

3.2.7. Boquillas.
Las boquillas son los elementos fundamentales que influyen en la uniformidad de la distribución, tamaño de las gotas, uniformidad de dicho tamaño en el tiempo a lo largo de todo tratamiento, etc. Las funciones que desarrollan las boquillas son:
Romper la vena líquida que circula por los conductos y convertirla en gotas de pequeño tamaño.
Limitar la cantidad de líquido que sale según la presión que le suministran los equipos de bombeo.
Imprimir al chorro de gotas una determinada dirección y forma que será en función del tipo de boquilla utilizada.

Las boquillas se montan sobre lanzas o barras distribuidoras, y en los atomizadores se disponen periféricamente respecto al ventilador que se encarga de impulsar y transportar las gotas. Las boquillas se desgastan con su uso, lo que afecta a la formación y distribución de las gotas, por lo que es necesario comprobar frecuentemente su estado y reemplazar aquellas que estén desgastadas.Cada tipo de boquilla tiene unas determinadas peculiaridades, por lo que deben elegirse en función del tratamiento a realizar. Los cuatro tipos de boquilla más frecuentes son:
De abanico o ranura. El orificio de estas boquillas tiene forma de ranura, y la pulverización se consigue al chocar dos láminas de fluido. El chorro proyectado tiene forma de abanico o pincel, con menor número de gotas en los extremos que el en centro. Realizan una pulverización bastante eficaz y una penetración bastante aceptable. No precisan de gran presión de trabajo: 1,5-4 kg/cm2. Para conseguir una buena uniformidad en el reparto de los chorros será preciso un solape.

De turbulencia o de cono. El elemento fundamental de estas boquillas es el disco con perforaciones oblicuas que harán que el líquido siga una trayectoria circular en el interior de la cámara de turbulencia. Este movimiento se mantiene después de salir por el orificio circular de la placa de pulverización. Por ello, la proyección será un cono en el espacio, mientras que el suelo será un anillo. Son las más empleadas y precisan de una presión de trabajo de 3-5 kg/cm2. Pueden ser de cono lleno o de cono hueco. Las de cono hueco producen gotas de menor diámetro que las de cono lleno, dispersándose en un ángulo más abierto.
De espejo. El líquido sale a través de un orificio calibrado de pequeña dimensión; frente a él se encuentra una superficie inclinada contra la que choca el chorro rompiéndose en infinidad de gotas que salen proyectadas hacia el suelo. Produce gotas de gran tamaño. la presión de trabajo está entre 0,5 y 2 kg/cm2.

Descentradas o de impacto. Estas boquillas pulverizan el líquido y lo proyectan hacia un lado. La imagen de pulverización que proyectan es irregular. Las gotas suelen ser poco uniformes, predominando las gruesas, dispersándose en un ángulo bastante grande. requieren una presión baja de 0,5-2,5 kg/cm2.
Los tipos de boquillas recomendadas según las aplicaciones a realizar se resumen en el siguiente cuadro: R: Empleo recomendado con resultados óptimos A: Empleo aceptable P: Empleo no aconsejado pero posible en ciertos casos N: Empleo totalmente desaconsejable.

3.3. Atomizadores
También conocida como pulverización hidroneumática, las gotas se forman, al igual que en el pulverizador hidráulico, por diferencia de presiones. El transporte se produce por una corriente de aire que envuelve a todas esas gotas. La corriente de aire influye en el tamaño de las gotas. Es un sistema menos sensible a la deriva y se evita la evaporación y efectos debidos a la elevada temperatura. El tamaño de gota oscila entre 100 y 400 micras. Este sistema mejora la penetración del fitosanitario en el cultivo ya que la corriente de aire agita las plantas.

3.4. NebulizadoresLos pulverizadores neumáticos se caracterizan por producir gotas muy finas, similares a la niebla. Las gotas se producen por el choque con una corriente de aire de 80-160 m/s, no existe boquilla. Existe un estrechamiento brusco del orificio de salida, donde se aumenta la presión y la velocidad debido al efecto venturi. El transporte lo realiza la corriente de aire. Las ventajas de este sistema son poca deriva, buena penetración en el cultivo y diámetro de gotas de 40 a 200 micras. El aparato utilizado es el nebulizador.

3.5. Pulverización centrífuga
Las gotas se deben a una fuerza centrífuga que somete a la vena líquida a un esfuerzo de tracción. Este traccionamiento se realiza depositando el líquido sobre unas aspas o disco que gira a una velocidad de 4000 a 20000 r.p.m. Las gotas serán más pequeñas conforme la velocidad sea mayor. Sin embargo, las gotas más pequeñas serán más sensibles a la deriva y a la evaporación. El diámetro de gotas oscila entre 50 y 100 micras. Este sistema se emplea generalmente en los tratamientos aéreos. El aparato empleado es el pulverizador centrífugo.

3.6. Nebulización térmica
La nebulización térmica une la pulverización neumática a un aporte de calor, produciendo tamaños de gota muy pequeños, entre 10 y 50 micras. Constan básicamente de un depósito para el producto, depósito de gasolina, motor, tubo de escape en forma de emisor de niebla. El producto fitosanitario es inyectado en forma líquida en el extremo del tubo de escape, mediante una boquilla similar a las utilizadas en la pulverización neumática y al ser arrastrado por lo gases de escape se produce la formación de las gotas; estas son calentadas, llegando a evaporarse y cuando salen al exterior se condensan en forma de niebla, depositándose sobre los vegetales.

4. ESPOLVOREADORES
Son aquellas máquinas que distribuyen el formulado en forma de polvo, a través de una corriente de aire. Esta corriente de aire, producida por un ventilador, entra en el depósito arrastrando el polvo, distribuyéndolo de una forma más o menos homogénea sobre el vegetal.En el cuadro siguiente se recogen las ventajas e inconvenientes de este método de aplicación de fitosanitarios:
5. BIBLIOGRAFÍA

LAGUNA, A. 2000. Maquinaria agrícola. Construcción, funcionamiento, regulaciones y cuidados. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. 361 pp.LÓPEZ, M. et all. 1997. Aplicación de plaguicidas. Servicio de Formación Agroalimentaria. Dirección General de Investigación y Formación Agraria. Ed. Consejería de Agricultura y Pesca.Córdoba. 112 pp.MÁRQUEZ, L. Elija un buen equipo de pulverización. Terralia Año III nº 6. 29-32.MÁRQUEZ, L. Pulverizadores manuales. Terralia Año III nº 7. 26-28.ORTÍZ-CAÑAVATE, J. 1995. Las máquinas agrícolas. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. 464 pp.ORTÍZ-CAÑAVATE, J. 1989. Técnica de la mecanización agraria. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. 642 pp.PLANAS, S. 2000. Tratamientos químicos en los invernaderos. Vida Rural nº 102. 54-56.PLANAS, S. 2001. Prevención de la deriva en los tratamientos fitosanitarios. Vida Rural nº 123. 54-57

FUENTE: http://www.agronline.cl/cultivos_maquinaria_fitosanitaria.html

Pagina para visitar

http://www.inta.gov.ar/fotos/otras/maquina.htm

http://www.automotriz.net/

http://www.agronline.cl/cultivos_maquinaria_fitosanitaria.html

Reflexion

El cirujano...
Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño. Y el niño interrumpió: -¿Usted encontrará a Jesús allí?
El cirujano se quedó mirándole, y continuó: -Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo.
Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño.
El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente.
Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto.
Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí....
¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!
El cirujano pensó que era suficiente y le explicó:
Te diré que encontraré en tu corazón..
Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podemos ayudar o no.
¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.
El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue. Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable.
Terapia: analgésicos y reposo absoluto.
Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año. Entonces detuvo la grabadora. Pero, tengo algo más que decir: ¿Por qué? Pregunto en voz alta ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué?
De pronto, Dios, nuestro Señor le contestó:
El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se unirán con él, conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo.
El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Y replicó:
Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses?
El Señor le respondió: Porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió.
Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador.
Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo.
El cirujano lloró y lloró inconsolablemente.
Días después, luego de la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico.
El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó:
-¿Abrió mi corazón?
Si - dijo el cirujano-
-¿Qué encontró? preguntó el niño

Tenías razón, encontré allí a Jesús.

Grupos de Trabajo Investigacion 3º año B

GRUPOS DE TRABAJO:” IMPLEMENTOS DE LABRANZA”
3º Año B
1. ARADO DE VERTEDERA

a. García
b. Soto
c. Bustos
d. Aguilera

2. ARADO SUBSOLADOR
a. D. Ibarra
b. González
c. Cornejo
d. Ahumada
e. Navarro

3. ARADO DE DISCO
a. Romero
b. Miranda
c. Bravo
d. Fuentes

4. ARADO DE CINCEL
a. Olivares
b. Poblete
c. Pereira
d. Berrios

5. ARADO ROTATIVO O ROTOVATOR
a. Asencio
b. Alderete
c. Travanic
d. Villacura
e. José Cortes

6. ARADO ACEQUIADOR/MELGADOR/REGUERADOR
a. De Fustember
b. Díaz
c. Garrido
d. Reyes

7. RASTRA OFF SET
a. Suazo
b. Montecino
c. Godoy
d. Olave

8. RASTRA TAN DEM
a. Campos
b. Lueiza
c. Jazna Cortes
d. Contreras

9. RASTRA DE DIENTES/ DE CLAVOS/ VIBROCULTIVADOR
a. González
b. Valdivia
c. K. Ibarra
d. Aranda



v FECHA DE ENTREGA: 23 de Agosto del 2010
v FECHA DE DISERTACION: 30 de Agosto del 2010
v ENTREGA DEL CUADRO: 30 de Agosto del 2010

Grupos de Trabajo Investigacion 4º año B

GRUPOS DE TRABAJO: “BOMBAS FITOSANITARIAS”
4º año B
1. BOMBA DE ESPALDA Y MOTOR

a. V. Gonzalez
b. D. Ibarra
c. Ahumada
d. Bravo

2. BOMBA DE PISTON
a. Lueiza
b. Campos
c. Garcia
d. Contreras

3. BOMBA DE RODILLO
a. M. Diaz
b. Ascencio
c. Poblete
d. Berrios

4. BOMBA CENTRIFUGA
a. Sazo
b. Balboa
c. Muñoz

5. BOMBA DE MEMBRANA O DIAFRAGMA
a. Olivares
b. Pereira
c. Valdivia
d. Villacura

6. BOMBA DE ENGRANAJE
a. Cornejo
b. Montecinos
c. Navarro

7. BOMBA DE PISTON - MEMBRANA
a. Aguilera
b. Bustos
c. Cortes Jasna
d. Soto

8. AGITADORES
a. Alderete
b. Olave
c. Suazo
d. Reyes

9. DIFUSORES/BOQUILLAS/ALMACENAGE/IMPLEMENTOS/TRIPLE LAVADO
a. M. Gonzalez
b. Garrido
c. K. Ibarra


v FECHA DE ENTREGA: 26 de Agosto del 2011
v FECHA DE DISERTACION: 02 de Septiembre del 2011
v ENTREGA DEL CUADRO: Al termino de cada disertacion